lunes, 6 de junio de 2016

La primera parte de la segunda parte contratante

Helena me pidió que la sumara a mi lista de Linkedin. En su mensaje me decía que era una emprendedora ligada a una consultora de comunicación que promueve el “Lenguaje Claro”, un movimiento a nivel internacional que defiende los derechos de los ciudadanos a entender el lenguaje que usan las instituciones y organizaciones en sus documentos públicos.

Enseguida me sentí identificado. Supongo que no soy el único incapaz de comprender en su totalidad algunos de los escritos emitidos por nuestras instituciones (sobre todo las públicas); desde juzgados y ministerio de Hacienda, hasta los edictos de los ayuntamientos o, sin ir más lejos, la información para acceder a una oferta pública de empleo.

La primera parte de la segunda parte contratante será considerada como la parte contratante de la primera parte”. La frase, de Groucho Marx en “Una noche en la ópera”, es totalmente explícita y reveladora. Y es que, en multitud de ocasiones, la tarea de descifrar qué diantre nos están pidiendo, o si han resuelto un recurso a nuestro favor o en contra, resulta casi imposible.

Por eso me pareció estupendo. He indagado un poco al respecto y he encontrado que países como Inglaterra, Estados Unidos, Dinamarca o Canadá, entre otros, incorporan el “Lenguaje Claro” a sus instituciones públicas para ofrecer servicios más comprensibles a los ciudadanos.

Los beneficios son muchos, aunque los principales son sin duda la recuperación de confianza por parte del ciudadano, y la mejora en la credibilidad y el prestigio de la institución en cuestión. No es que se vaya a utilizar la técnica del storytelling (qué bonita palabra) para contar ‘historias institucionales’, pero sí que habrá que buscar una narrativa más natural que haga comprensible a todo el mundo los contenidos de la cosa pública.

No hay comentarios:

Publicar un comentario