miércoles, 9 de mayo de 2018

Perdón a los 'millennials'

Los baby boomers, esto es, los nacidos entre 1946 y 1965, hemos engañado a nuestros hijos, los millennials, los que vieron la luz a partir de los 80. Les dijimos que estudiaran para que pudieran ser lo que quisieran; les apuntamos a inglés y alemán (en aquella época se llevaba mucho lo germano); a clases de informática avanzada; a pintura; teatro; natación; tenis o fútbol.

Algunos progenitores apuntaban a sus hijos a todas esas disciplinas a la vez. Hacía falta un Excel para poder cuadrarlas y una lavadora de gran capacidad para tanta ropa deportiva sucia. Al final, entre el cole y las extraescolares apenas quedaba tiempo para que los chavales jugaran; y qué han conseguido: Ser la generación mejor preparada con más parados de la historia.

¿Tenemos forma de compensarles? Los ingleses proponen una idea para intentar reparar esta brecha generacional y corregir ese injusto desequilibrio. Se llama ‘Herencia ciudadana’ y consiste en que, al cumplir los 25 años, el Estado les ingrese 12.000 euros en sus cuentas corrientes. Eso sí, sólo podrán destinarlos a ampliar estudios, alquilar vivienda o iniciar un negocio propio.

Para financiar esta partida proponen modificar el actual impuesto sobre las herencias, que se aplica en un 40% a las grandes fortunas (cuando el legado supera el millón de libras), y ampliarlo a todas, bajando el margen al 20%.

Una propuesta que ayudaría a que, la también llamada ‘Generación Y’, ampliara su bagaje cultural, nivel de independencia y capacidad de emprendimiento, todo para tener más posibilidades de salir adelante, emanciparse y acceder al mercado laboral sin necesidad de irse del país y/o trabajando de lo primero que les saliera, en ocupaciones muy alejadas de sus auténticas vocaciones.

Pero digo yo, ¿cómo se compensa a aquellos millennials que ya han cumplido el cuarto de lustro? y otra cosa, si el resto de los miembros europeos desencantados con su presente que forman parte de este colectivo suelen tener a Reino Unido como una ‘tierra de provisión’, ¿dónde van los millennials ingleses cuando no tienen salidas profesionales en su país?, ¿cuál es su ‘paraíso’, el último recurso? Debe ser como pasear por un parque temático sin posibilidad de disfrutar de ninguna de las atracciones. Frustración sobre frustración. Desde mi responsabilidad como padre pido perdón. “Perdona David por prometerte que con esfuerzo podrías hacer realidad tus sueños. Nos engañaron a todos”.

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